Vehículo musical de plumas como la de González Tuñón, Juan Gelman, Homero Manzi, entre otros, el legendario cantor y compositor pasó por La Plata. Defensor de la poesía y amante de la palabra, dejó sus impresiones entre tangos y milongas
El "Tata" Cedrón anduvo por La Plata. Invitado a un homenaje que le realizó la UNLP a Homero Manzi -donde estuvo presente su hijo, Acho- el cantor y compositor vino con su guitarra "a tocar unos temas". La presencia del hombre que supo ponerle música a poemas de Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Roberto Arlt, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Dylan Thomas, Bertolt Brecht, entre otros no era para nada casual.
Cedrón fue el último hombre que musicalizó a Homero Manzi. Su tarea fue la de ponerle melodías a tangos que el poeta escribió en la década del '40 y jamás habían visto la luz: "Cuando Acho me dio esas poesías de su padre me puse a temblar", confesó el músico.
Proveniente de una familia de artistas, hermano de Alberto (pintor) y de Jorge (cineasta), el "Tata" lleva la bohemia en su garganta. Cada tango que interpreta -aunque muchas son milongas- tienen la impronta de un cantor de rara especie. Ni siquiera en extinción, simplemente única.
A poco de volver a presentarse en Buenos Aires con el Cuarteto Cedrón, aquel que armó en París, Juan Cedrón volvió a instalarse en Argentina luego de tres décadas en Francia. Amante de la letra y la palabra, este figura de la efervescencia artística en los '60 y de la resistencia del tango en los '70, dejó sus pareceres a su paso por La Plata.
Manzi
Para mí es muy emocionante formar parte de un homenaje a Homero Manzi porque desde siempre lo admiré. La primera grabación que realicé fue un tema de Manzi. Me acuerdo que era en acetato, un disco de metal, un material del siglo pasado (en realidad del otro, del XIX). Debe haber sido por el año '62 o '63. Me emociona mucho escuchar a Acho Manzi, con tanta ternura y tanta profundidad al hablar de la obra de su padre.
La Plata
He tocado en los cafés y café concert. Viajaba en tren hasta dos veces por día desde Buenos Aires. O sea que venía tocaba me iba y a las horas regresaba a La Plata para volver a irme al amanecer. En esa época, entre 63 y y el 65, había unos muchachos que hacían rock, que luego fueron muy conocidos: La Cofradía de la Flor Solar.
Bohemia
Siempre me acuerdo que una de esas noches interminables, en Buenos Aires, se armó una gresca en un boliche, donde cayó la policía y entre nosotros estaba la Negra Mercedes Sosa. Salimos a defenderla para que no se la llevara la policía. Terminamos todos presos. Menos la Negra que se pudo escapar. Por eso la queremos tanto a Mercedes...
Falsos dilemas
El otro día escuchaba en la radio a unos muchachos que discutían y decían: 'El tango tiene que ser joven, si Pugliese dijo a que a partir de los 30 años se empezaba a sentir el tango'. Pero si Pugliese compuso el tango Recuerdo a los 18 años. Eso del tango joven y el tango viejo es una mentira. Una vez vi una foto de dos chicos, con un cuellito duro, que se veían con una orquesta de fondo. Eran Angel D'Agostino y Juan D'Arienzo. La foto era de 1911. Ellos habían nacido en el 1900, o sea que tenían 11 años. ¿Entonces cuando se es viejo y cuando se es joven para el tango?
Recuerdos
Mi hermano Alberto Cedrón (pintor, falleció el año pasado), me iba a visitar cuando yo estaba en París y siempre que íbamos a comer a algún lado se pedía un vino con soda. Y yo le decía: "Te van a matar los franceses, como le vas a poner soda al vino". Y él me respondía: "No importa. Arruino el vino pero conservo la identidad".
Poetas
Desde hace muchos que vengo trabajando con poemas de Gonzalez Tuñón, de Juan Gelman, de Bertold Brecht y por lo general no pongo que son tangos. Porque lo que yo hago es más milonga que tango.